Un fondo de inversión que conlleva al crecimiento de la tecnología educativa en Latinoamérica
Un fondo de inversión que conlleva al crecimiento de la tecnología educativa para Latinoamérica.
En el mundo hay alrededor de 1200 empresas que han superado un valor de más de mil millones de dólares y se les conoce con el nombre de unicornios. Probablemente tengamos en nuestros celulares aplicaciones de tal magnitud que tiene este tipo de servicios, pero sólo 28 son educativas y no llegan al 1%.
“La industria de la educación y la educación con tecnología aplicada es más reciente que las fintechs y las biotechs”, dice Ana María Aristizábal, de Winnipeg Ventures, y Josè Garcìa Herz, de la misma línea, dice “Las instituciones educativas siempre han sido muy conservadoras, pero hoy en día ya no estamos viendo eso; las universidades y los colegios aceptan la tecnología como algo importante e innovador”. Un ejemplo que demarca el cambio de modelo es lo que el Tec de Monterrey organizó dentro del 9° Congreso Internacional de Innovación Educativa un Foro de EdTech. “Ya no se ve como competencia, ya no se ve como algo intrusivo, ya no se ve como algo extraño y esa aceptación significa que va a ser más fácil para los emprendedores”, dice García Herz. “Por otro lado”, complementa Aristizábal, “no es necesario tener solamente unicornios: a nosotros nos gustan los rinocerontes, las cebras y otros animales que han demostrado crecimiento e impacto”.
¿Cómo está compuesta la cartera de Winnipeg?
Hace algunos años, empezamos un fondo piloto para ver cómo orientábamos nuestra estrategia. Era un fondo con veintiséis empresas de Argentina, Perú, Chile, Ecuador, México y también de Estados Unidos y en España, pero orientados al mercado de América latina. Del total, doce son de futuro de la educación y futuro del trabajo. Ahora estamos lanzando un fondo especializado. Claro no hay tantos inversionistas mirando, pero con paciencia, dedicación y trabajo, creemos que hay grandes oportunidades. Por eso decidimos lanzar un fondo con 40 millones de dólares para invertir en más de 30 empresas. Aristizábal cree que realmente es posible tener impacto y rendimiento. Lo que queremos hacer en América latina ya ha pasado en otros mercados, ya se ha demostrado la viabilidad del modelo. Es cuestión de hacer el trabajo duro y tener la paciencia y las personas correctas. Queremos traer el sabor local y los emprendedores locales, como un equipo que realmente entiende la región.
¿Cómo es la selección de la compañías?
Segùn García Herz—, las inversiones que ha hecho Winnipeg han sido en etapas pre-seed, y ahora lanzamos un fondo nuevo para invertir en seed. Nos pueden llegar por co-inversionistas, otros fondos de inversión e inversionistas ángeles. Es una red a nivel regional que, la estamos desarrollando a nivel de Estados Unidos y Europa. Además, una de las mejores fuentes de startups con los mismos founders de las empresas donde has invertido. Aristizábal dice: Apuntamos a inversiones que van a dar un retorno financiero positivo. Estamos convencidos de que si buscamos las startups correctas que construyen el producto adecuado con un diseño inclusivo y con un enfoque de equidad, vamos a lograr la transformación tanto en la niñez, como en los jóvenes y los adultos mayores. Yo trato de ser muy concreta porque no queremos llenar a las empresas con métricas innecesarias, sino determinar si el dinero que les estamos dando ayuda a avanzar su propósito y mejorar la calidad de vida de ese niño, de ese joven, de esa familia, de ese trabajador.
¿Cuáles son los errores mas típicos de una compañía cuando salen a buscar inversión?
El error más grave es que no saben describir lo que hacen, explica Herz. A veces no se concentran en reconocer el modelo de negocio, el tamaño del mercado, la escalabilidad, todas esas cosas que en general se necesitan ver. Y otra cosa es que son soluciones para ciertos segmentos, y que, cuando tratan de vender su producto a otros, bajan de costo y calidad. Son otra realidad, tienen otra lógica de compra, tienen otro presupuesto, tienen otras pretensiones.
Dos cosas —dice Aristizábal—: Prometer más de lo que pueden hacer decepcionando al inversor y al usuario. Y otra, irse con el inversionista que más pague. Es un error muy costoso, porque buscan esa valoración altísima y luego es imposible captar más recursos. Hay que hacer el balance claro del inversionista adecuado que realmente te va a aportar el valor no solamente financiero sino el valor de construcción. Eso es muy importante.
¿Hacia dónde van los nuevos proyectos de EdTech?
Llegar a la mayor parte de la población dice Garcìa Herz. A veces, se dan cuenta que tienen clientes en lugares que ni pensaban que iban a tener. En el sector rural, en ciudades menores. Pueden ser pueblos chicos a los que ninguna universidad va a ir y los emprendedores están empezando a ver esas oportunidades. El abaratamiento de la inteligencia artificial, —dice Aristizábal—va a impulsar una cantidad de tecnologías en áreas que antes no las hubiéramos pensado. La democratización del aprendizaje y la educación llegando hacia la última milla, se va a dar en los próximos años.
