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Presidenta peruana destituye al jefe de policía por presunto vínculo con red criminal

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Controversia por destitución de jefe policial en Perú.

La presidenta peruana Dina Boluarte ha firmado un decreto para cesar en sus funciones al general Raúl Alfaro como Comandante General de la Policía Nacional del Perú y retirarlo de oficio debido a su presunto vínculo con una «red criminal» que habría operado bajo el gobierno del ex presidente Pedro Castillo, quien fue depuesto y encarcelado en diciembre acusado de intentar un golpe de Estado al querer disolver el Parlamento que se preparaba para destituirlo del poder. El Sr. Castillo estuvo en prisión preventiva durante 36 meses y se cree que estuvo al frente de una red de corrupción, blanqueo de capitales y tráfico de influencias, formada por su entorno familiar y político.

El ahora exjefe de policía ocupaba el cargo desde agosto y su designación fue realizada por el Sr. Castillo. Las autoridades habían allanado la casa y la oficina de Alfaro el lunes pasado. La presidenta Boluarte aseguró que no habrá impunidad para los corruptos y los corruptores, y que se están tomando medidas necesarias para eliminar del Estado a los malos elementos involucrados en la corrupción.

La destitución del Sr. Castillo y su reemplazo por su ex vicepresidente había generado fuertes protestas en el país. Sus partidarios, campesinos pobres del sur del país de origen indígena como él, se manifestaron durante varias semanas, bloqueando carreteras y aeropuertos. Estos enfrentamientos con la policía dejaron 54 muertos y alrededor de 600 heridos.

La corrupción ha sido un problema recurrente en Perú durante muchos años, lo que ha llevado a la destitución o prisión de varios presidentes y otros funcionarios de alto nivel. El país ha experimentado un clima político inestable en los últimos años, y la destitución de Castillo y la designación de su sucesor han sido solo un episodio más en esta situación.

La decisión de Boluarte de destituir al jefe de la policía es un paso importante en la lucha contra la corrupción y una señal de que se están tomando medidas para erradicarla. Sin embargo, todavía queda mucho por hacer en este sentido. La situación política y social en Perú sigue siendo complicada, y la corrupción sigue siendo una de las principales preocupaciones del país. Es necesario seguir trabajando para fortalecer las instituciones y garantizar la transparencia y la honestidad en el gobierno.

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