La importancia de la seguridad alimentaria en casos de bebidas calientes.
Jackie Lansing, una mujer de unos 73 años que vive en Ontario, Canadá, ha presentado una demanda contra Tim Hortons, una empresa canadiense de café y donas, por daños y perjuicios por un derrame de té caliente que le causó graves quemaduras en el estómago y las piernas. Lansing está exigiendo 500.000 dólares canadienses (unos 480 millones de won) en daños, mientras que su hija ha presentado un reclamo por separado por los daños que la quemadura ha causado a su capacidad para cuidar a su hijo discapacitado.
El abogado de Lansing ha afirmado que la compañía no cumplió con su deber de cuidado con respecto a la temperatura de la bebida y el vaso desechable, y que Lansing seguirá teniendo que ir al hospital para recibir tratamiento por una reacción de hipersensibilidad en la piel. Sin embargo, el licenciatario de Tim Hortons y el operador de franquicias negaron las acusaciones de negligencia, y afirmaron que Lansing era plenamente consciente de los riesgos al pedir bebidas calientes, y que estaba distraída con su teléfono celular en el momento del accidente.
El incidente ha atraído la atención de los medios de comunicación, y ha llevado a la comparación con casos anteriores de demandas por bebidas calientes, como el caso de una mujer en Florida que recibió 100.000 dólares de Starbucks después de un incidente similar, y el caso de una mujer de 79 años que demandó a McDonald’s en 1994 por 2,7 millones de dólares.
En general, el caso de Lansing es un recordatorio de la importancia de la seguridad y el cuidado en la industria alimentaria, especialmente cuando se trata de bebidas calientes. Si bien los detalles exactos del incidente están en disputa, queda claro que Lansing sufrió graves lesiones, y que la compañía deberá defenderse de las acusaciones de negligencia en el tribunal.
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