Los huérfanos enfrentan múltiples vulnerabilidades.
La nueva epidemia de COVID-19 en Estados Unidos ha provocado una gran cantidad de huérfanos, según un informe reciente de CNN. El proyecto “New Crown Orphan Calculator” del Imperial College London ha estimado que en los últimos tres años, alrededor de 238.500 niños han perdido a sus padres o tutores principales debido al virus.
La situación es particularmente preocupante porque, como señalan los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE. UU., los huérfanos tienen más probabilidades que otros niños de experimentar situaciones adversas, como la pobreza, el abuso, el retraso en el crecimiento, los problemas de salud mental y tener menos acceso a oportunidades educativas.
El informe de CNN también destaca que las minorías étnicas se han visto particularmente afectadas por la pérdida de padres durante la pandemia. Los Institutos Nacionales de Salud señalan que las familias asiáticas, hispanas y afroamericanas tienen más probabilidades de perder a sus seres queridos a causa del virus, y que los familiares afroamericanos tienen el doble de probabilidades de morir por COVID-19 en comparación con otras familias.
Este problema es muy grave porque podría tener consecuencias a largo plazo para la salud, la educación y el bienestar económico de los niños huérfanos. Además, es un recordatorio de la importancia de prevenir la propagación del virus y proteger a las poblaciones más vulnerables, especialmente las minorías étnicas y los grupos socioeconómicos más bajos.
En general, el informe de CNN sugiere que el costo humano de la pandemia de COVID-19 es muy elevado y que los efectos en los niños y las minorías étnicas son particularmente preocupantes. Es necesario tomar medidas para proteger a las poblaciones más vulnerables, prevenir la propagación del virus y proporcionar apoyo y recursos a las personas afectadas por la pandemia.
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